domingo, 15 de enero de 2012

Los tres lobitos y el cerdo malo. Marco Mateo.

Esto era una vez una señora loba que tenía tres nietitos lobos, Joan (el menor), José (el mediano) y yo, Marco vivíamos en las afueras de Segorbe y una buena mañana la abuela nos dijo:
-¡Niños!¡Venid aquí! Las cosas están muy mal y por eso tendréis que construir vuestra propia casa cada uno lejos de aquí e ir a vivir cada uno a la suya.- El más pequeño dijo:
-¡Pues la mía estará hecha de paja, y estará al otro lado del monte!-
El mediano contestó:
-Y… ¡la mía estará hecha de madera y estará en lo más alto de la montaña de enfrente!-
-La mía… ¡la mía estará hecha de ladrillos y estará un poco más hacia Altura!-
Contesté yo.

Una semana después, las casas ya estaban construidas y fuimos a casa de la abuela.
-¡Abuelita, abuelita! Las casas ya están todas construidas.-
Contestamos todos a la vez.
Cuando salimos fuera, vimos al cerdo malo y feroz, cada uno fue corriendo a su casa y
cuando ya estábamos cada uno en la suya el cerdo llegó a la casa del más pequeño y
dijo:
-¡Sal de ahí!-
-¡No!-
Contestó el lobito.
-Pues si no sales, ¡soplaré, y soplaré, y tu casa derribaré!
¡Aahhhhhhhhhh!, ¡Fiiuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!
De repente las paredes de la casa salieron volando y el lobito salió corriendo a casa del hermano mediano.
-¡Salid de ahí!-
-¡No!-
Contestaron los lobitos.
-Pues si no queréis salir, ¡soplaré, y soplaré, y vuestra casa derribaré!
¡Aahhhhhhhhhh!, ¡Fiiuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!
De repente las paredes de la casa salieron volando y los lobos salieron corriendo a
mi casa.
-¡Salid de ahí!-
-¡No!-
Contestaron los lobitos.
-Pues si no queréis salir, ¡soplaré, y soplaré, y vuestra casa derribaré!
¡Aahhhhhhhhhh!, ¡Fiiuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!
Como la casa era de ladrillos no salió volando esta vez.
-Mmmm…. ¡Ajá! , entraré por la chimenea.-
Pensó el cerdo.

Los lobitos lo vieron y encendieron la chimenea y el cerdo al entrar se quemó el culo y se fue corriendo.

jueves, 12 de enero de 2012

No le pidas peras al olmo.Alba Tiedra.


Había una vez un hombre llamado Luis que vivía en una pequeña ciudad. Era bajito, con el pelo y los ojos negros. Luis trabajaba en una oficina. Un día, invitó a su jefe, el señor Antonio, y su mujer, María, a una cena. Luis sabía que el señor Antonio adoraba el pastel de pera, así que fue a buscar peras para prepararla ya que tenía el resto de los ingredientes.
Luis se recorrió toda la ciudad en busca de peras pero no tenían y tuvo que ir a la ciudad vecina a buscar pero allí tampoco había. Preguntó a sus familiares, incluso a los lejanos; pero no tenía nadie. Fue de casa en casa por toda la ciudad pero no había peras en ninguna. Luis estaba muy cansado, llegó a casa y se dejó caer con tanta fuerza sobre su cama, que las tablas de madera del suelo crujieron. Pensó que ya buscaría al día siguiente.
Al día siguiente fue a preguntar a todos los hortelanos de la ciudad y a los de la ciudad vecina por peras pero no obtuvo resultado alguno, así que decidió dar un paseo hasta su casa. Mientras andaba, se puso a llover con mucha fuerza; Luis había tenido la precaución de coger un paraguas. Vio a una viejecita que tenía una cesta y que se estaba mojando bajo la intensa lluvia. Él se ofreció a acompañarla a casa pues su paraguas era suficientemente grande para cubrirse los dos. Cuando llegaron, la viejecita le invitó a merendar un té con pastas como agradecimiento por haberla ayudado. Mientras merendaban, él le preguntó si, por casualidad, tenía peras. La viejecita le dijo que no, que había una situación de escasez de esa fruta en la zona pero, no obstante, le contó una historia, una historia sobre un olmo lejos de allí que, según decían, era capaz de dar peras si alguien se lo pedía. Luis se interesó mucho por ello y le pidió que le dijera dónde se encontraba aquel fantástico árbol. Ella le dijo que estaba en un claro del bosque pero también le dijo que tan solo podía ir una vez a aquel lugar pues, si volvía una vez más, su alma quedaría encerrada dentro como la de los demás que ignoraron la advertencia.



Después de acabar, Luis se despidió de la anciana y fue a buscar aquel maravilloso olmo. Al llegar al lugar, había un cartel, en el que ponía escrito en letras doradas: “No le pidas peras al olmo”, Luis no hizo caso de la advertencia del cartel y dijo: “Oh, olmo extraordinario, por favor te pido que me des unas peras”. En ese momento, el olmo empezó a dar peras que caían sin parar. Luis llenó su cesta. Cuando estuvo llena, se fue a casa pero con tan mala suerte que se dejó las llaves y la cartera junto al olmo. No obstante, se dio cuenta tarde pues ya se había ido. Cuando llegó al bosque recordó lo que le dijo la anciana le dijo pero pensó que sería una mentira para asustarle y fue a por sus cosas. En el momento en el que pasó al lado del cartel, el olmo se convirtió en una bestia enorme que lo devoró.
Aún hay gente que dice que Luis sigue dentro del olmo esperando a que alguien lo rescate, aunque sabe que eso es imposible, ya que no hay forma de liberarlo. Aun así, el pobre Luis sigue allí, recordando como de la manera más tonta quedó atrapado eternamente por no hacer caso a la anciana. En las frías noches de invierno, aún pueden oírse los lejanos lamentos de Luis en el interior del viejo olmo al que nadie se atreve a acercarse.

¿Por qué el sol es frío? Beatriz Martín.

El sol hace millones de años se llamaba Friote. La gente que vivía en el mundo se reía de él. Alguna gente no lo entendía porque si les daba calor no se podía llamar Friote. Por que eso parecía contradictorio.

Todos estos siglos, la gente a intentado viajar al sol a ver lo que tenía de Friote;
Varios astronautas cuando llegaban allí y luego volvían, decían que solo había fuego y que se tenían que ir, que enseguida se morían de calor. En fin, un día un niño llamado Jorge, le preguntó a sus padres por qué el Sol se llamaba así siendo que nos daba calor. Él no era el único niño que se lo preguntaba a sus padres.

La gente se reía, pero también se daban cuenta que no tenía sentido. El Sol estaba ya tan enfadado y tan caliente que ahora desprendía mucho más calor, la gente se asustó por que creían que iban a morirse de calor. Y la verdad, no es que se lo creyeran es que al final se murieron. El Sol se vengó de ellos y entonces dejó de dar tanta calor y también se cambió el nombre ya que la gente no lo entendía. Ahora se llamaba Calentorro, pero el problema fue que tuvo que estar unos años solo, porque no tenía a nadie. Los demás planetas no le hacían caso, le decían que se había pasado con los de el mundo que no los tenía que haber matado. Al final, él aprendió una lección y era que… “a palabras necias oídos sordos”. Y que no les tenía que hacer caso.
Luego, las personas volvieron a la evolución, se dice que también hubieron dinosaurios…que la gente fue naciendo, creciendo y evolucionando. La vida volvió a aparecer en el mundo. Ellos veían mediante cómo estaba el mundo cómo eran los de la era que se habían quedado atrás por reírse del sol. Y ellos aunque se dieran cuenta que el sol estaba ahí y el sol también se daba cuenta que le gente estuviera allí en el mundo, todos eran normales, no se reían del sol, sino que algunas tribus o aldeas lo tenían como su supremo dios y encima, lo adoraban. Otra gente simplemente no pensaba que el sol estaba ahí, ni que tenían que adorarle, bueno, cada uno hace lo que quiere…Pero, el sol no se quejaba como normalmente tenía su papel de dar calor, pues lo daba pero por lo menos, ¡NO SE REÍAN DE ÉL ¡

EL PEQUEÑO DRAGON . Mariame el Ghoufairi

Habia una vez en un pueblo muy pequeño y tranquilo que se situaba en una montaña donde toda la jente se llebaba bien y habia un niño que hiba andando por la montaña y el niño se encontro una especie de huevo, lo cojio y se lo llebo a su casa, y lo puso en un sitio caliente para que no muriera de frio y asi paso una semana despues y el huevo se abrió y dentro del huevo aparecio un pequeño dragón. El pequeño dragón alegró a todos los niños del pueblo, pero el dragoncitó fue creciendo poco a poco, pero los padres del niño al ber que hiba creciendo y los padres le advirtierón que lo sacar del pueblo entonces el niñolo cojio y se lo llebo a una cueva y alfinal se hizo grande y entonces toda la jente del pueblo tenían miedo del dragón, entonces el niño no le dejaba acercarse al pueblo. Un año despues que habia una tormenta muy fuerte llegó la madre del dragón y toda furiosa y quiso morder al niño que cueidaba al pequeño dragón, y entonces el niño le explicó ala madre del dragon que el estaba cuidando de su hijo y que el pequeño dragon estaba bien y la madre como comprendio las palabras del niño entonces la madre del dragoncito se quedo mirandolo entonces el niño bio que la madre estaba tranquila y se le enterego a su hijo y selo llebo a su nido y paso un tiempo y el dragoncito bolvio con su mama para saludar ha todo el pueblo y agradecerle al niño por todo lo que ha hecho.

miércoles, 11 de enero de 2012

BLANCACIENTA. Marta Moya.

Había una vez una chica joven que se llamaba Blancacienta y vivía junto a sus dos hermanastras y su madrastra.
Las hermanastras se llevaban muy mal con Blancacienta y la mandaban a recoger leña.
Un día como todos los demás Blancacienta se fue a por la leña pero se perdió en el bosque, estuvo horas y horas andando por el bosque hasta que llegó a una pradera, a lo lejos vio un castillo.
Se fue hacia el castillo y llamó a la puerta, de él salió un hombre con una corbata, traje de chaqueta y muy serio le pregunto que le pasaba y Blancacienta se lo contó, el hombre le dijo que se podía quedar al baile que se celebraba esa noche.
El hombre parecía muy simpático y le prestó un vestido muy elegante, era muy bonito.
El hombre se llamaba Paco y era el presidente de la asociación salvando animales, por eso tenia muchísimos animales en casa.
Le ofreció té o chocolate caliente y ella prefirió un té. Después el hombre le dejo una cama para dormir en la que se quedo placidamente dormida. Cuando pasaron unas horas la despertó y se fueron a cenar. Le esperaban una cena fantástica llena de alimentos muy caros y que por motivos económicos Blancacienta nunca había podido probarlos.
Después se puso el vestido y se fueron al baile que habían organizado.
Aparecieron chicos guapísimos y Blancacienta se puso a hablar con ellos y uno de ellos le pidió bailar con él pero cuando sonaron las 12 del reloj Blancacienta se tuvo que ir de el castillo corriendo le dijo al hombre que gracias por todo y se fue.
El chico que estaba bailando con ella se fue corriendo detrás de ella pero la perdió de vista solo encontró un zapatito que se le había caído y se quedo con el recuerdo de esa noche.
Unos años después Blancacienta y su madrastra se fueron a comprar a l mercado y encontraron al chico que había estado bailando con ella y le dijo que si quedaban para tomar un café y se fueron los dos a una cafetería y después a casa del chico y le entrego el zapato que se le había caído a Blancacienta, después fueron novios y se casaron y vivieron felices y comieron perdices.

PERSONAJES CAMBIADOS. Juan Ramón Pedrosa

Como tantos años en navidad, mi madre recogiendo mi cuarto, mi padre en trabajo y yo como había hecho todos los deberes me puse a jugar a la play, pero mi madre al verme me dijo:

Juan Ramón ayúdame a recoger; dijo ella

Como yo no tenía ganas le dije:

Espérate que acabe a partida que me queda muy poco: le contesté

Al cabo de dos minutos me chillo:

Si vienes te daré un euro. En ese mismo instante eche a correr hacia mi cuarto y empecé a ordenar mis libros y cuadernos. A los dos minutos cuando ya casi estaba acabando me di cuenta de que había un libro que no sabía cual era, en mi vida había visto un libro tan grande con una tapadera dorada y el libro decía: Hace muchos años una niña llamada Caperucita que vestía de verde ,en aquel momento me di cuenta que no era la Caperucita de siempre era una verde, pero a continuación vino lo mejor que se fue a casa de su abuelita y por el camino se encontró a un conejo malvado que le decía que el otro camino era mas corto. Luego también por el camino se encontró a una compañera antigua de clase llamada Cenicienta hablaron y hablaron hasta que se hizo de noche no sabían donde ir y a lo lejos vieron una casa no muy grande ,tocaron a la puerta y se encontraron con una persona llamada Blancanieves y detrás de ella 7 enanitos tomaron el té y se fueron a la cama. Al día siguiente se fueron a cavar con los 7 enanitos y vieron a un hombre que llevaba muchos ratones detrás de él, al instante que lo vi cerré el libro y le dije a mi madre:

-¿Es verdad que los cuentos populares que me contabas tu eran mentira? le pregunte
-No, no. yo los aprendí así

Pasó un año y aun no sabía por que era el cuento de esa forma y no de la tradicional
No yo aun no lo sabía ¿por que? y me dijo mi hermana:
A lo mejor las hojas estaban desordenadas
Era eso por que el cuento era tan raro
Y colorín colorado la investigación a acabado.

martes, 10 de enero de 2012

LAS HILANDERAS. Kilian Ojeda.


Erase una vez unas hermanas que no tenían mucho dinero entonces quisieron tener trabajo para así tener más dinero para alimentar a todas las hermanas, eran diez hermanas la más mayor tenía 35 años y la más pequeña tenía 20 años, era una familia muy numerosa en fin se pusieron a buscar trabajos buscaron en una taberna pero no les dejaron porque eran muy numerosas así que solo quedaba buscar en un sitio en la hilera les pregunto al hilandero:
- ¿Tenéis trabajo para 10 hermanas? Preguntó el hilero les respondió:
-no, pero como sois tan pobres os are una excepción. Al cabo de una hora entro al taller y vio que ya habían hecho más de cinco camisas cada una corriendo puso el Cartel de abierto y fue el rey al taller y le dijo al hilero:
-¿ya tienes mi camisa? Y el hilero dijo:
- sí. Le lleva la camisa al rey y el vio la camisa y le dijo:
-¡esta perfecta!
Y las hileras no salían del taller y les llamaron ``LAS HILANDERAS´´
El día de cobrar fueron a por el dinero y se quedaron fascinadas nunca habían visto tanto dinero y se fueron a comprar más hilos para hacer más trajes y todo y al final se hicieron ricas y el hilandero creía que iban a dejar de trabajar porque ya eran muy ricas y las hermanas le dijeron al hilandero:
-¿Por qué estas triste? Y les respondió:
-porque como sois ricas vais a dejar de trabajar aquí
pero lo negaron y dijeron que iban a trabajar toda su vida