martes, 3 de enero de 2012

Blancanieves y Caperucita. Irene Asensio


Un día, la madre de Caperucita le dijo:
-Toma esta cesta hija, y ves a llevársela a tu abuela que está malita.
Caperucita cogió la cesta y se adentró en el bosque camino hacia casa de su abuelita. El bosque estaba completamente verde, millones de arboles ocupaban los senderos. Entonces a Caperucita le pareció oír un ruido a lo lejos. No era un ruido era una canción cantada por varias personas. Cada vez la canción se oía mejor y Caperucita pudo escuchar lo que se decía en ella:
-Heigh ho, heigh ho, a casa a descansar heigh ho heigh ho heigho heigh ho heigh ho heigh ho heigh ho…
De repente vio a siete enanitos a lo lejos del bosque y les pregunto que quienes eran y que hacían allí en el bosque.
Ellos le dijeron que habían acabado de trabajar y que eran los siete enanitos y se llamaban: Gruñón, Tímido, Perezoso, Mocoso, Mudito, Feliz y Dormilón.
Ellos le preguntaron que podían hacer por ella ya que la vieron tan sola en medio del bosque pero como siempre que se trataba de ayudar a alguien, Gruñón estaba en contra pero los demás ya estaban cansados de sus avaricias y no le hicieron ni caso.
Caperucita les dijo si le podían mostrar el camino mas corto a casa de su abuela; Adela Gómez. Ellos supieron enseguida de quien se trataba y puesto que conocían a Adela desde que eran muy pequeños y que no la veían hace tiempo la acompañaron hasta allí.
El lobo que los observaba detenidamente detrás de una gran roca, pensó en que podía hacer para conseguir que Caperucita estuviera sola un rato, ya que la cesta que llevaba Caperucita, aparentaba estar muy apetitosa. Entonces, una joven muy guapa paso por delante de él. Era morena de piel muy blanca. Enseguida salió de escondite y le preguntó hacia donde se dirigía y si le podía acompañar.
La joven, llamada Blancanieves, le dijo si sabía si había alguna casa en la que no habitara nadie. El lobo le dio unas indicaciones y Blancanieves las siguió hasta llegar a una casa pequeñita. Ella entró y se tumbó en las camas ya que estaba muy cansada y no tenia ganas de nada. Las camas eran muy pequeñas pero ella juntó unas cuantas y se tumbó.
Mientras en el bosque, Caperucita y los siete enanitos iban contando chistes. Los enanitos, tuvieron que pasar antes por su casa para dejar sus herramientas de trabajo, y Caperucita les acompañó. Entonces se dieron cuenta de que allí había entrado alguien. Subieron a sus habitaciones para ponerse otra ropa ya que la que llevaban estaba sucia de trabajar. Allí se encontraron a Blancanieves tumbada en sus camas. Todos se sorprendieron al verla allí en su casa pero también se sorprendieron de lo bella que era. Ella se despertó y les dijo que a ella, el lobo le había dicho que en la casa, no vivía nadie. Los enanitos le dijeron que se podía quedar a vivir con ellos y Blancanieves se lo agradeció mucho. Le dijeron que iban a ver a Adela, a la abuela de Caperucita y como Blancanieves no tenía nada que hacer, se fue con ellos.
La bruja, que observaba a Blancanieves con su bola mágica, hizo llamar al lobo para que juntos pudieran conseguir lo que ellos deseaban. El lobo lo que quería era comerse a Caperucita y de paso a su abuela también y la bruja, pues matar a Blancanieves y al final poder ser ella la mas guapa del reino. Mientras Caperucita, Blancanieves y los siete enanitos caminaban juntos hacia la casa de Adela. En el camino Caperucita cogió mucha confianza con Blancanieves y se hicieron buenas amigas.
La bruja y el lobo después de muchas horas ideando un plan, se les ocurrió una idea. Mediante los poderes de la bruja, llegarían antes a casa de Adela y convertirían al lobo en Adela y se llevarían a Adela a casa de la bruja para que allí,el lobo, se la pudiera comer tranquilo, y a Caperucita, comérsela en ese mismo instante. En cuanto a Blancanieves, le daría una manzana y ella caería muerta por el veneno al suelo. Todo marchó como lo habían planeado y al llegar a casa de Adela, entraron los nueve y vieron a la supuestamente abuela de Caperucita. En ese momento el lobo que estaba convertido en Adela, se dio cuenta de que no habían contado con que los enanitos también estarían allí pero él siguió el plan tal y como lo habían ideado. A Caperucita se la comió y a Blancanieves le dio la manzana envenenada. Pero los enanitos no se quedaron ahí quietos viendo como desaparecían sus amigas entonces salieron corriendo en busca de alguien que pudiera hacer algo al respecto. Salieron fuera, pero no había nadie. Tímido había hecho un curso de medicina e intentó curar a Blancanieves, pero fue inútil ya que el veneno era muy potente. No sabían que hacer, cuando de momento pasaron dos chicos por el bosque.
Los enanitos salieron corriendo en busca de ayuda. Los dos chicos entraron corriendo. Uno de ellos era cazador, se llamaba Abel y el otro era mas joven y se llamaba Manuel. Abel le abrió las tripas al lobo y de ella salió Caperucita. Abel, había hecho dos años de medicina y con sus conocimientos, consiguió curar a Blancanieves.
Pero aún faltaba Adela. ¿Dónde podía estar? Abel amenazó al lobo diciéndole que o les decía donde estaba Adela o le mataban. El lobo que apreciaba mucho su vida, les dijo enseguida donde se encontraba. Ya estaban todos, sanos y salvos menos la abuelita, que seguía malita.
Manuel se casó con Blancanieves y vivieron los dos juntos con los siete enanitos. Caperucita volvió a casa con Abel. La bruja aprendió que no estaba mal ser la segunda mujer más guapa del reino y el lobo… Que en el bosque hay mucha mas comida que en la cesta que llevaba Caperucita.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado.

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