miércoles, 4 de enero de 2012

El sueño de mi tía Noelia.Clara Garnes.



Un buen martes, mi tía Noelia se fue un rato a tomar el té a casa de su amiga Ester. Al llegar a casa
de Ester vio que en la puerta había un ratón gigante de ojos rosas, manos pequeñas y cola corta y
antes de que el ratón la pudiese ver, el pobre ratón en el tejado estaba.
Después entro en la casa y vio un oso que estaba poniendo con mucho cuidado el mantel de rosas
en la mesa y en sus manos tenía un dado para jugar a la oca y le dijo a Noelia:
-¿Quieres jugar conmigo a la oca para ver quien cocina el cardo de la mesa? .
Noelia salió corriendo hacia el río y allí encima de un limón había un rosa con forma de oso.
Mientras, en casa de Ester, el ratón llevaba un mareo que se le paso cosiendo lino y después el oso
era perseguido por el ratón hasta que el oso sin querer lo pisó.
En el río Noelia la cogió, la olió y apareció su nieta con unos rizos que le llegaban al suelo, trajo
una nota que decía que la rosa era suya, la cogió y se fue a la misa de las dos. Noelia se fue a casa,
se hizo un caldo y se lo tomó. Ya más tranquila hizo una resta, se preparó una tila y cuando se la
estaba tomando llegó el oso con su domador y un clon de Noelia y se bebieron el resto, salieron por
la puerta y se derritieron diciendo que en Roma había una sede, Noelia muy extrañada se preparó
otra y cuando se la terminó su nieta Noemí llegó, se rascó y se fue.
Noelia subió a la cima de un monte, resbaló por culpa de una lima y se fue monte abajo por el río.
Entonces vino su nieto Marcos con un hueso roto montado en un reno de Marte y le dijo adiós
porque se tenía que ir con Carlos a casa a poner al reno a la moda de Marte, ni más ni menos esto
era de locos.
Noelia se vio entonces en la sede de Roma que el oso había dicho y vio a su tía y se rió. Entro a la
sede y vio a ricos que tenían sed demostrando una teoría que a Noelia le pareció de tontos. Salió y
entró en un caserón y pensó en redecorarlo:
-Pondré una mesa ahí, si eso y mi aire por allí con mis soles.
De repente Noelia apareció en el mar con un remo y una ola que vino de la nada la mojó con té.
Entonces Noelia se despertó al lado del río de la casa de su tía Inma, del sueño más raro que
pudiese existir y volvió a su casa muy preocupada pensando que estaba loca mientras se repetía:
-Estoy loca. Estoy muy loca. Esto no es normal. Tengo que visitar a un especialista en locuras.
¡Pobre de mi!

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