martes, 10 de enero de 2012

Los lobos. Carlos Idrovo.


Había una vez una manada de lobos muy grandes pero nada salvajes. Su madre, como en aquella época del año hacía frío, les regalo un jersey rojo a cada uno de ellos.
Un día, la madre le pidió que llevase un jersey a su abuela que vivía al otro lado de la montaña, recordándoles que no pasaran por el camino más cercano por el malvado Carlos Idrovo, si no por el otro.
Los lobos cogieron las bicis y empezaron el camino, y cuando iban a mitad vieron a siete pobres enanos muy tristes y cansados. Los lobos les preguntaron:
-¿Qué os pasa?¿por que vais tan tristes y cansados?- preguntó el lobo más valiente de todos.
-No nada, solo que el malvado Carlos Idrovo nos obliga a trabajar para el y realizar todos sus caprichos- Dijo el más pequeño de todos.
-Lo siento…Un momento…¿ Has dicho que Carlos idrovo está en este camino? ¡Correr hermanos, correr!- dijo el más sabio de todos mientras empezaban a correr
De repente, se encontraron con su abuela maltratando al lobo y diciéndole de todo.
-¡No has hecho la faena que te he ordenado!- dijo la abuela a Carlos Idrovo.
- No te creas que es fácil, ¡he tenido que contratar y mentir a siete pobres enanos!-dijo Carlos Idrovo con voz vergonzosa y alta.
-¡Te doy hasta esta tarde para que me hagas la faena, si no, te comeré!-dijo la abuela con voz malvada.
Los lobos se fueron corriendo a su palacio para explicarle lo sucedido a su madre.
La madre se sorprendió muchísimo al escuchar lo sucedido y decidió ir con los pequeños para aclarar el asunto.
Un par de horas más tarde, ya por la tarde, mostraron lo lobos a su madre lo contado, y la madre muy sorprendida gritó, ¡mamá!
La abuela al asustarse mató de un tiro a un pequeño lobo sin darse cuenta, y la madre se comió a la abuela.
Carlos Idrovo desapareció, y los lobos y su madre llamaron rápidamente a la ambulancia y se fueron para que atendieran al pequeño lobo.
Ya en el médico, la noticia era definitiva, el lobo se había muerto.
La madre y los lobos lloraron y lloraron, la madre se acercó y le dijo:
-Te quiero-con voz de mucha tristeza.
Se acercó y le dio un beso al lobo
El lobo empezó a despertar.

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