
En un pueblo llamado Tinto, vivía Alberto. Era un niño alto, rubio, con los ojos verdes, también era muy indeciso, siempre le costaba mucho decidir si ir a jugar con sus amigos o quedarse en casa, comprarse un juguete o guardarse el dinero. Un día llegaron sus primos de Verderol a pasar unos días de vacaciones en verano, Alberto tenía que compartir su habitación con su primo Juan, no le hacía mucha ilusión porque su primo era todo lo contrario a él, hacia las cosas sin pensar, nunca tardaba más de un minuto en decidirse. Una tarde que hacía mucho calor su primo le propuso ir al río a bañarse Alberto como siempre no sabía si quedarse en casa o ir con su primo al cabo de un rato cuando su primo le había preguntado mil veces si iba o no Alberto decidió ir con él, cuando llegaron al río estaban todos sus amigos. Él nuca había ido al río porque no le gustaba mucho, al principio Alberto estaba por volverse a casa, pero entonces su primo le dijo que había visto una especie de tobogán en las rocas y le dijo que se tirase con él, Alberto se lo pensó mucho pero aceptó porque todos se lo estaban pasando bien. Pasaron una tarde muy divertida, cuando llegaron a casa Alberto le dijo a su madre lo bien que se le había pasado en el tobogán del río con su primo y sus amigos, en cuanto se lo dijo su madre ella se quedó sorprendida porque Alberto no solía contarle lo que hacía y menos que le contará lo bien que se lo había pasado. En el comedor antes de cenar se lo contaba a toda su familia y ellos se quedaron igual que su madre sobretodo su abuela que ella pasaba muchas tardes con Alberto pero aquella noche se quedó con la boca abierta.
A partir de entonces cuando sus amigos o su primo le decían de salir él siempre decía que si y todos los días a partir de ese, Alberto cada vez que se iba con sus amigos o con su primo se lo PABABA BOMBA.
Me encanta es muy original.Le pondría un 9'5
ResponderEliminar